bbc blue planet ii

La observación es el elemento central del proceso científico. Observando las diferencias en los animales de islas remotas, Darwin desarrolló la teoría de la evolución. Observando las estrellas, Galileo nos sacó del centro del mundo. Hoy, la tecnología nos ayuda a ver el universo a través de nuevos ojos. Y no siempre se trata de potentes radiotelescopios. Esto es lo que pasa cuando la producción televisiva se pone al servicio de la ciencia.

Un gran planeta azul

Cámaras, sensores y ordenadores en mano, un equipo de la BBC se pasó dos años y medio persiguiendo orcas en los fiordos noruegos. Otro estuvo más de 1.000 horas sumergido grabando a profundidades que, hasta ahora, habían permanecido ocultas. Cientos de científicos, documentalistas, personal técnico y productores trabajaron durante el último lustro repartidos por el planeta para crear Blue Planet II. El resultado: una (buena) serie documental y una nueva visión sobre los ecosistemas marinos y las criaturas que los pueblan.

Ah, y 12 papers, ya que buena parte del material grabado para el documental se ha puesto a disposición de la ciencia. En la actualidad, más de una decena de estudios están en marcha gracias a lo que las nuevas imágenes nos han enseñado de los calamares gigantes, los leones marinos o los arrecifes de coral. Todo a través de tecnología audiovisual de última generación y, en ocasiones, desarrollada sobre la marcha.

A vista de dron

Los vehículos aéreos no tripulados o drones han cambiado para siempre la producción audiovisual. Donde antes hacía falta un costoso y aparatoso helicóptero, ahora vuela una herramienta práctica y eficaz tanto en distancias cortas como en vuelos más largos. Para la grabación de Blue Planet II, los drones fueron de gran ayuda.

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Imagen: BBC Blue Planet