que es un megatunel

En el siglo II de nuestra era, en el noroeste de Iberia, el emperador romano Trajano mandaba desviar el curso del río Sil en su incansable afán minero. Lo hacía con un túnel de 120 metros de longitud entre las provincias de Lugo y Ourense que ha pasado a la historia como Monte Furado (o monte agujereado).

No muy lejos de allí, está cerca de concluirse la obra del túnel de Espiño, parte de la línea de alta velocidad Madrid-Galicia, de 8.100 metros de longitud y ejemplo de innovación en varios sentidos. Entre ambos han pasado casi 2.000 años de fascinación por vencer los obstáculos de la naturaleza, una historia repleta de espectaculares infraestructuras que el mundo ha bautizado como mega-túneles.

Pero, ¿qué es un mega-túnel?

El término no forma parte del diccionario de la Real Academia ni de los manuales de ingeniería. “No cabe duda que el prefijo mega, más allá de una simple unidad de medida, está muy asociado a los medios de comunicación, debido a la grandiosidad que ofrece al oyente o lector de la noticia”, explica Juan Carlos Guerra Torralbo, ingeniero de obras públicas y jefe de proyectos del área de geotecnia de Ferrovial-Agroman.

Sin embargo, en sus más de 25 años de experiencia, este ingeniero ha visto tanto de tantos túneles que no duda en atreverse con su propia definición. “En mi opinión, creo que un mega-túnel podría definirse como una obra subterránea ejecutada artificialmente por el hombre, que permite el paso de vehículos, personas, bienes y servicios, y que debido a sus características especiales hacen de ella una construcción extraordinaria”.

Así, un mega-túnel sería algo fuera de lo común, que se sale de la norma, y, como tal, cautiva nuestra atención. Estos son algunos de los mayores túneles que recorren el subsuelo del planeta, y que dejan Monte Furado en poco más que un hoyo en una ladera.

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