muuhlloa

Un tónico capilar con pimientos de Padrón. Una crema facial con algas de mar y bagazo de manzana. Y una leche corporal a base de leche de verdad.

Esos son los tres productos de Muuhlloa, una empresa gallega de cosmética ecológica que ha logrado convertir una granja y una finca de 10 hectáreas en un punto de innovación rural. Esta es la historia de las cinco mujeres que hace tres años dieron vida a esta idea. Una historia de emprendimiento, de obstáculos superados y otros a medio vencer y de una noite de meigas que lo cambió todo.

El origen de Muuhlloa

Muuhlloa funciona en modo aldea. Con esto, sus fundadoras no quieren decir que hayan encontrado la fórmula secreta del éxito del emprendedor en un pequeño pueblo de la comarca de Ulloa (Lugo). “Es por la paciencia”, dice María Álvarez Quinteiro, administradora de Muuhlloa y una de las cinco creadoras.

“Hay que saber que las cosas no tienen un retorno inmediato. Esto es muy lento. Pero al vivir en el rural también tenemos menos necesidades”, continúa María Álvarez. “Hay que saber que no vamos a sacar una leche corporal al mercado y vamos a enriquecernos de golpe. Hay marcas muy buenas ya, pero nosotros tenemos que explotar nuestra singularidad: que lo hacemos todo nosotros. Plantamos las hierbas, extraemos los aceites y ordeñamos las vacas”.

Todo empezó por separado, aunque no muy lejos las unas de las otras. Marta Álvarez Quinteiro, economista de formación, es una de las propietarias de Granxa Maruxa. Se trata de una granja de vacas ubicada en Monterroso un tanto pintoresca, donde las reses pastan al aire libre, pero también escuchan a Mozart. Una granja que, ante la poca rentabilidad que da la leche, ha explorado otras opciones para diversificar el producto.

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