marcus eriksen

A veces, dice, se ve a sí mismo como una especie de Don Quijote, persiguiendo gigantes que no existen. Quizá sea porque se leyó el libro de Cervantes dos veces en los 88 días que pasó en una balsa hecha de botellas de plástico navegando entre California y Hawái. A bordo de Junk, Marcus Eriksen y su Sancho Panza, Joel Pascal, querían llamar la atención sobre la problemática de la acumulación de plásticos en los océanos.

Así, 15.000 botellas de plástico y una cabina de una avioneta dieron forma a un viaje de más de 4.800 kilómetros a través del Pacífico. Los resultados: un libro, una ONG y una lección sobre cómo ser activista desde la ciencia. Es increíble todo lo que la basura puede contar del mundo que la produce.

– ¿Cuánto plástico hay ahí fuera?

269.000 toneladas formadas por más de cinco trillones de partículas. Esta es la última estimación, publicada hace ya dos años, y es un dato que no deja de crecer a medida que mejoramos los sistemas de medición. Cada vez hay más plástico acumulado en nuestros océanos.

– ¿Y se está haciendo algo para pararlo?

Es muy importante que nos centremos en reducir su producción al principio de la cadena si queremos parar esta riada de basura. No se está haciendo, aunque sí existen algunos proyectos para impedir que la basura llegue al mar. Soy optimista al respecto, cada vez se está trabajando más para frenar este tipo de contaminación.

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Imagen: Marcus Eriksen