Empezaron buceando en lo más profundo de las hemerotecas. Siguieron cazando bulos y fake news. En poco tiempo, Maldita.es se ha convertido en una comunidad en crecimiento con un único objetivo: “que no nos la cuelen”. Maldita Ciencia es su último lanzamiento. Llevan desde el mes de junio dedicándose a resolver dudas científicas, desenmascarar charlatanes y rebatir a los defensores de las pseudociencias.

Periodistas científica y redactora en El Confidencial durante cuatro años, Rocío Pérez es ahora freelance. Colabora con distintos medios, pero la labor que absorbe buena parte de su día es coordinar Maldita Ciencia. Reconoce que Maldita todavía es un medio con recursos limitados, pero que están cerca de cumplir el objetivo de convertirse en un proyecto viable que necesite de su dedicación a tiempo completo. Así han sido los primeros meses de vida de Maldita Ciencia.

– Os llega una duda o una sospecha de bulo. ¿Cuáles son los pasos que seguís?

Nosotros trabajamos por dos vías. Una es detectar cosas que se están haciendo virales en las redes sociales y que nos llegan de forma habitual. Tenemos una herramienta para medir la magnitud real del bulo o la información que se comparte. Por otro lado, tenemos una comunidad muy involucrada que nos envía cosas, nos pregunta dudas, comparte noticias que le llegan por el típico chat familiar…

Cuando nos llega el contenido, lo primero que hacemos es comprobar que tiene una dimensión considerable, porque somos un equipo pequeño y tenemos que economizar recursos. Después lo rastreamos y comprobamos la evidencia científica que existe. Es un poco delicado, ya que realmente existen evidencias para todo. Por eso intentamos basarnos en fuentes fiables, ver quién ha hecho el estudio, cómo se ha hecho, o detectar qué tipo de cosas no son una evidencia, como los testimonios, por ejemplo. Tenemos también gente de la que nos fiamos, sobre todo para temas como la nutrición, que es una ciencia relativamente nueva.

Por último, intentamos convertir las conclusiones que hayamos podido sacar en contenido útil, comprensible y viralizable. Tenemos muy claro que tenemos que ser tan virales como los malos. Hay mucho que aprender del manejo de internet de la gente que disemina bulos. Decidimos si hacer un vídeo o no, volvemos a la comunidad en busca de difusión y distribución…

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