Bodegas antiguas que conviven con restaurantes fusión, fruterías de toda la vida frente a vermuterías de moda, tiendas gourmet y supermercados ecológicos, calles peatonales y un mercado rehabilitado que mezcla productos exclusivos con negocios tradicionales. Precios que suben, familias que no pueden pagar el alquiler y son desplazadas, poco a poco, fuera del que era su barrio; mientras otras llegan o se quedan en busca de nuevas oportunidades.
La realidad del barrio de Sant Antoni, en el distrito del Eixample de Barcelona, es la de un caso arquetípico de gentrificación. La inversión urbanística e inmobiliaria viene acompañada de mejoras positivas para el barrio, pero también de consecuencias negativas. Este fenómeno está presente en la actualidad de muchos barrios de las ciudades españolas. Analizamos sus causas y, sobre todo, sus consecuencias, a través de los datos que nos ofrece la herramienta Elige bien tu barrio de ING.
¿Qué es la gentrificación?
“Nueve locales imperdibles en el barrio más cool de Barcelona” o “Los mejores alojamientos en la zona de moda”. Una rápida búsqueda en Google arroja siempre el mismo tipo de resultados. Ya sea en Sant Antoni, el Gótic o la Barceloneta en la capital catalana, Russafa o el Cabanyal en Valencia o Malasaña o Lavapiés en Madrid. Las características y las tendencias de los barrios gentrificados se repiten en todo el mundo, aunque con sus particularidades.
La gentrificación (del inglés gentry, baja nobleza) es un proceso por el cual “barrios de clase media-baja o baja reciben una fuerte inversión, sumando comodidades y servicios, alzando los precios de la vivienda y atrayendo a nuevos residentes con mayor poder adquisitivo”, según lo define la National Community Reinvestment Coalition, NRC, de Estados Unidos. Pero este fenómeno no es nuevo ni específico de un territorio concreto.
En Estados Unidos, por ejemplo, según el NCSC, se han registrado procesos de gentrificación desde los años 80 del siglo pasado, aunque ha crecido en las últimas décadas.
Según el último informe del NCSC, entre 2000 y 2013, 135.000 residentes de 230 barrios gentrificados de Estados Unidos tuvieron que abandonar sus hogares debido al aumento de los alquileres y los impuestos de propiedades que habían aumentado su valor. Sin embargo, otros estudios señalan que los movimientos de población son habituales en las ciudades y que un porcentaje significativo de las familias de rentas más bajas permanece en los barrios gentrificados.
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