Christian Horrebow

¿Y si la velocidad de la luz tuviese más que ver con una carrera de monociclos de lo que nos imaginásemos? ¿Y si añadimos al conjunto una torre en espiral y un mapa de la geografía del Sol?

La historia del desconocido astrónomo danés Christian Horrebow sirve de enlace entre todos estos elementos. Pero, en realidad, sus éxitos científicos no tienen que ver con ninguno de ellos. Pasó media vida obsesionado con encontrar montañas y valles en el Sol, acabó descubriendo el ciclo solar y fue rechazado por otros astrónomos de su época debido a un reloj que daba mal la hora.

El Rey Sol y la velocidad de la luz

La Europa del siglo XVII era un lugar muy distinto al de hoy en día. La mayoría de su población era analfabeta y sus gobernantes no estaban precisamente obsesionados con el conocimiento. Pero la ciencia empezaba a abrirse paso. Y, en particular, la astronomía. Así es como, a mediados de siglo, Ole Rømer ingresó en la recién creada Academia de Ciencias de París bajo el reinado del Rey Sol, también conocido como Luís XIV.

Ole Rømer era un científico hábil en la construcción de instrumentos de observación. Gracias a ellos, en 1676, logró determinar por primera vez la velocidad de la luz. Mientras trabajaba en París, la astronomía había embargado a su país natal, Dinamarca. Allí, otro rey, Christian IV, decidió construir el observatorio astronómico más avanzado de Europa. Lo hizo con forma de torre, atravesada por una rampa helicoidal, en el centro de Copenhague.

A finales del XVI, Rømer volvió a Dinamarca y recibió el encargo de dirigir el nuevo observatorio. Lo llenó de sus manuscritos, sus modelos y sus aparatos. Y lo convirtió en una de las instituciones astronómicas líderes del continente, aunque por poco tiempo. El gran incendio de Copenhague de 1728 redujo a cenizas las instalaciones. El edificio se restauró, pero el observatorio nunca volvió a ser el mismo.

Hoy, la torre, la Rundetårn, es uno de los principales atractivos turísticos de la capital danesa. Cada año, en primavera, en sus rampas se celebra una carrera popular de monociclos. Con esto hacemos tres de los cuatro ingredientes de nuestra historia. Ya solo falta el mapa de las estrellas y eso corresponde al protagonista, Christian Horrebow.

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